El experimento consistía en hacer que un huevo rebotase, para ello sumergimos un huevo en vinagre y lo dejamos en clase. Pasó el fin de semana y luego el puente... Así que cuando volvimos al cabo de cuatro días, el huevo parecía un melón. Era tan grande que no pudimos sacarlo del bote.
Sólo pudimos tocarlo con los deditos y parecía goma.
Aquí os dejo algunas fotos de la primera fase del experimento.
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